La crisis sanitaria actual causada por la rápida expansión de la COVID-19 ofreció la posibilidad de dar un respiro a los sistemas dunares y permitir su regeneración natural después de los efectos de la tormenta Gloria. Esta tormenta afectó la costa levantina y balear entre el 21 y el 23 de enero, y cuando algunos sistemas comenzaron a recuperarse, la gestión intensiva de la costa comprometió nuevamente la integridad de los sistemas dunares. La urgencia de tener los sistemas "a punto" para el consumo y la explotación se aleja del concepto de gestión turística sostenible y no contribuye a la adaptación al cambio climático. En este trabajo, se señalan algunas acciones de gestión en las playas emergidas que han tenido lugar durante el confinamiento y el desconfinamiento. El estudio se centra en tres acciones de gestión que revelan malas prácticas, como el nivelado y la limpieza mecánica, la construcción de espigones y la eliminación de Posidonia oceanica. Para ello, se han elegido varios estudios de caso que representan algunos de los sistemas playa-duna mejor conservados en Cataluña y las Islas Baleares.